EL TALLER EN PALABRAS DE UN FOTOGRAFO: texto de Héctor Río
Marcos Adandía se presentó como reportero gráfico “desde hace algunos años” trabajando para NA y como editor de la revista Dulce Equis Negra, un espacio de reflexión sobre fotografía y poesía, sobre nuestro tiempo, nuestra tierra y el momento en que vivimos. Desde el principio nos aclaró que era un tiempo muy corto para poder desarrollar las cosas que debemos plantearnos como reporteros gráficos, pero principalmente como personas, antes que la actividad propiamente dicha de fotoperiodistas.
Básicamente, Marcos nos introdujo en su mundo, que quizás no todos hayan comprendido o que no todos hayamos podido meternos del todo. La modalidad de Marcos para introducirnos en su mundo y dejarnos su mensaje fue mostrarnos diversos materiales, desde un documental de Tarkovski, el director de cine ruso, sobre la filmación de la película El Sacrificio, en donde el director hace reflexiones y comentarios sobre el cine en sí, pero sobre todo sobre nuestro oficio de mirar, y es aquí donde Marcos comienza a meternos de a poco en esto de saber diferenciar o mejor dicho de mostrarnos la importancia de “mirar/mostrar” con nuestro trabajo más allá de donde trabajamos o para quién trabajamos. Tarkovsky entre sus reflexiones habla básicamente de la relación entre el hombre y la vida lo cuál es importante para que todos podamos ver las cosas de una manera diferente.
Luego de este fragmento del documental ruso nos proyectó una recopilación, diría yo, de lo mejor que se puede rescatar de la historia de la fotografía mundial, con el mismo propósito que nos va transmitiendo a lo largo de estas tres horas y pico, el de entender en donde estamos parados, cuál es nuestro compromiso con la fotografía y hasta dónde queremos llegar con el deber asumido con nosotros mismos como fotógrafos, más allá de las empresas para las que trabajamos. Y otra vez Marcos nos introduce en “su mundo”, con sólo mostrarnos imágenes sueltas, pero que una tras otra, nos va dando un mensaje más que importantísimo, sobre qué somos y hacia dónde queremos ir.
Vimos también un documental sobre Eugene Smith, sobre las fotografías nunca publicadas de un trabajo encargado por Life sobre las elecciones en Inglaterra entre Laboristas y Conservadores, en donde al no coincidir con los directivos de Life, (el simpatizaba con los laboristas), muy pocas fotos fueron publicadas. Aquí vuelve a surgir el tema de quiénes somos y cómo nos paramos ante la realidad, de nuestra ideología y nuestro modo de ver más allá de para quién es el trabajo.
También vimos una presentación de Dulce Equis Negra, la revista que Marcos edita desde hace algunos años, algo así como un espacio en donde podemos sentirnos identificados, (aquí no encuentro las palabras justas para decirlo), pero “La Dulce” es saber que cuando la abrimos vamos a sentirnos comprendidos, acogidos y protegidos de todo lo malo que nos rodea. Es un viento del sur que nos sacude y nos mete en el camino para poder seguir adelante, pese a las inclemencias más duras.
Por último, Marcos nos mostró parte de su obra, entre otros trabajos pudimos observar: Diana, sobre una travesti que murió de sida; Madres, sobre madres de desaparecidos; y algo mucho más intimista, un trabajo sobre sus hijas.
Mi reflexión final y muy personal sobre este taller, es saber que tenemos las herramientas para expresarnos y que lo más importante como personas y como trabajadores de la imagen es la responsabilidad de “tener” y “hacer valer” nuestra ideología, nuestra ética y cuál es nuestro punto de vista frente a los hechos y acontecimientos que se nos interpongan en el camino, y que, de esta manera podamos crecer y ampliar nuestros propios horizontes. Esto es algo de lo que puedo transmitir de mis sensaciones hoy, creo que día a día irán surgiendo nuevos aprendizajes y nuevos clics en nuestras cabezas de lo “visto” en el taller.
Héctor Río